Hoy
como anoche
{como cada maldita noche}
me recuesto en silencio
a solas
obscuridad que posa en mi cuerpo
llano y vacío
me toca
luz que he perdido.
Me tiendo inconsolable
horas eternas
è las horas
è las flores
è los muertos
tan lentas
tan amargas
tan estúpidas.
Recuesto mi cabeza
sobre memorias,
adyacente y errante.
El peso de las lágrimas
se agolpa en mi cráneo roto
mutilado por el sendero del que piensa.
Las horas se diluyen en
soledad de entrañas.
No puedo detenerme
el descenso
es ya muy largo
la vida se va
entre mis manos
manos quebradas por aversión e ignorancia.
/a solas /
en silencios aciagos.
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