Al alba, en la oscura profundidad de la memoria
tintinean a lo lejos,
recuerdos del vaivén
de aquellos nocturnos
aterrados por el estrecho
relampaguear de la locura.
Taciturnos, noctámbulos,
embriagados del éter de la fuga
nos adentramos al mar de la elocuencia,
caímos mil leguas
bajo la constante lógica de una razón gélida
como los parajes al sur de las almas.
Nos detuvimos en instantes de asombro
indagando la ruptura del ocaso.
No hay más cosmos que el aletear de tus pupilas
cuando ignoto miras bajo el umbral de cada duda.
Siembras las posturas,
ahíncas la respuesta
con la vaguedad de los vacíos,
las creencias revolotean sin llegar al puerto
de alguna certeza férrea que dé
un límpido resplandor de cordura.
Mis ideas son espirales que se fugan
al revolotear las impresiones,
reminiscencias de vidas caídas
trasmutadas en historias.
Una biografía de utilería,
una sed de arena derramada en la nostalgia.
Improntas de sal fugada por Iris,
mensajera de los dioses.
Soy una Oceánide emergida de Tetis,
olvidada por Apolo.
Utillajes de los polos.
Al norte el razonar de lo abstracto,
al este la intuición de los mortales.
Las remembranzas despiertan con vesania
mientras el alba canta a la espera del horizonte.
domingo
lunes
A los que se han ido
Hay un intervalo que pende entre el abismo
y la estancia, donde al recorrer la fuga
encuentro, a destellos, el rubor de la alborada.
Somos un rito arrojado del vientre
de la luna. Junto al ocaso,
en espirales caemos
convertidos en luceros,
caemos a la tierra forjando
un cesped de memorias,
para que cada noche,
levanten plegarias que conmemoren
las vidas de todos nosotros, los caídos.
Hay un eterno limbo,
separa un hito de otro,
converge en mareas
converge en el viento.
A uno lo llevo en la mochila
en la distancia,
a otro lo veo en la sonrisa
del más necesitado.
Somos una eternidad detenida,
un espacio de luto,
un suspirar sin aliento.
Hay un intervalo que pende de mi pecho
que llora sus ausencias,
hay una alfombra de sueños abortados
de un jamás remitido y un será que se ha ido.
Hay una luz al fondo de mi alma,
entre risas y cantos,
se enreda en mi pensamiento y se aferra,
para cavalgar conmigo
día a día sus recuerdos.
miércoles
Hiperbreve 11
Hay un espacio yerto, un paréntesis tendido al costado de mi sangre, lleno de vacío...
intacto, inmaculado, en espera de un aliento bravo, indomable como el cosmos.
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