Ícaro

Ícaro con sus alas de fuego 

voló hasta Apolo y colgó 

sus alas como ofrenda.
Dios de la luz y el sol
Dios de la verdad y la profecía
has lanzado tu flecha
has inundado de poesía las almas.
El oráculo de Delfos mencionó de ti
tu nombre de guerrero
Hermes mensajero de la luz 

me enseñó sus ojos
los vi tras la sombra 

de un silencio sin habla
mucho más lleno de nudos 

que de palabras
vi la luna tras él
caer el ensueño de su limbo
una ida otra vuelta
un deseo sin fronteras
sin alas
sin Ícaro.

Él habría de volar
pero nunca lo supo
ni lo sabrá.
Apolo y Dionisio
¿Quiénes vendrán?
¿Qué dirá el oráculo?,
¿Qué dirá Artemisa?
La musa
La danza
El fuego
La marcha
donde él aposenta su cabeza 

y me piensa
existe... y luego
tras un largo suspiro
ha visto mis alas
el viento
el laberinto
la fuga.
El sol que derritió su escape
el mismo que Dédalo planeó
como libertad para su hijo
no lo entendió.
No supo cómo
no lo hubo
aunque existes
no importa si existes...
Un mundo oculto
un mundo aparte
simple
complejo
cercano
distante
un olvido en el presente
un presente sin mañana
yo soy el Oráculo...
Las alas colgadas como ofrenda
será tu ofrenda
serán tus dioses
será Apolo
la luz
el canto
la poesía
la danza
pero no seré yo
el oráculo
pero al final de ello
no ha sido nada...

México, 5 de abril 2012