El ángel alado
El cosmos callaba
simplemente pasmado
en el dormir
sonambulante de la noche,
mi ser descubierto entre el vacío
aniquilado por la nada
ya también reprimido...
El cosmos tembló
junto con todo el universo,
la noche
despertó de la pesadilla
inerte del mañana
comprimido por la ausencia.
Escuche tu voz
alada y bendita.
El punto cósmico de lo futuro
extendido,
extinguió la angustia
y se levantó en esperanza.
Tantos días y la mujer dormía.
Tantas horas de la muerte impía .
Mi ángel alado se presentó
ante mi alma,
desgarrando
el último latido
del dolor de mi conciencia.
El demonio azul
penetró en mi limbo
robándolo todo,
matando su sangre y
hasta su esencia.
Traicionando su mundo para
lanzarse a la fuga
de lo infinito.
El ángel negro resucitó
de su representación escénica.
La máscara del tiempo
delineó la verdad de las horas,
se rompió en mil pedazos
y todo iluminó.
No hay quién pueda amar
tanto al hombre,
tanto que se retuerza
en el laberinto del deseo
en la mente libre y suprema.
No hay quien pueda amar al hombre
tanto como hasta lo eterno...
El ángel caído
saltó
más allá del vació,
rebasó el ocaso
para sepultar su memoria y
tomar la vida
de nuevo entre sus alas.
Desde hoy se ha convertido
en el hombre mismo que anhela,
la creación de toda tierra
firme y duradera ;
robando la miel maldita
acíbar de la muerte
que lo sentencia a
amar más allá de toda existencia.
Se ha erigido ante la totalidad
se ha sometido al delirio.
No hay quien ame tanto
como el demonio azul,
metamorfosis
de principio y estructura,
de fin y de causa...
Ángel negro
vestido de amor y sentimiento,
ángel alado que cayó
hasta mi infierno...
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