Tajada, adormecida
sin tener ningún control sobre mi cuerpo
yacía
abierta y las horas pasaban
y mi vientre roto sangraba.
De amanecer a la puesta del sol
inerte,vacía de amor
vacía del alma
soledades, mitos, engaños
por mis venas corría sangre
que me salvaba la vida
y al mismo tiempo perdía mi propio líquido
mi mente se iba
regresaba
escuchaba murmullos
pensaba
no saldré de aquí con vida
y a la vez miraba mis brazos crucificados
y levantaba la mirada,
[esta pasión no es nada
comparada con el Cristo que se entregó por nosotros]
no sabía si había sido abandonada
si yo abandonaba
el silencio en mi cabeza era más que ensordecedor
él no estaría ahí, ni tampoco le importaba
de antaño es así
la vida le corre y la muerte le da igual
la vida sigue, siempre dice
pera la vida es para él
el mismo Morfeo
con tal de no saber y no sentir.
crucificada, inmóvil
una vez más volví a nacer.
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