Colgado de una nube de rocío
baja a tientas sobre la cúspide de la tierra,
a solas
despacio...
delinea el horizonte
en un zigzag que desciende
en un soplo de inocencia.
Viene cabalgando
tras la sombra de la luna,
luz tenue de mediterráneo sepulcro.
Somos un cúmulo de niebla que reposa
sobre un bosque de añoranza,
cansados por el nocturno
seducidos por el alba.
El alma tiembla en fulgores
a destellos
con el ritmo del solsticio
que ha caído de un cielo
adornado de estrellas que giran
en instantes...
parecen eternas
tienden una línea entre el pasado
y lo futuro...
sombras en tiempos dormidas
abatidas...
Rutas y senderos sin rumbo
una carretera languidece al vacío
nos lleva donde se es
y no se es nada.
Cohabitamos dando pasos diminutos
de puntillas sin dejar rastro.
Venimos trotando universos distintos
encontrados en un peñasco nocturno
de sueños y delirios,
esperanzas y mitos.
El horizonte delinea un zigzag que
corta el cielo y la tierra en dos dimensiones
lo divino y lo mundano
el norte y el sur
el paraíso y el infierno...
Colgamos de un suspiro, a tientas
sofoca
se difumina...
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